Ya tenemos aquí la Navidad. Pues bien, tanto si han sucumbido a las tentaciones comerciales como si no, a continuación encontrarán el decálogo nutricional de la Navidad a fin de mantener la salud y el peso corporal durante la maratón de días festivos y sus correspondientes celebraciones.

Ya tenemos aquí la Navidad. De hecho, podemos decir que ha estado presente prácticamente desde principios de noviembre cuando podíamos encontrar los “panellets” y las castañas junto a los turrones y los “panettones”. Pues bien, tanto si han sucumbido a las tentaciones comerciales como si no, a continuación encontrarán el decálogo nutricional de la Navidad a fin de mantener la salud y el peso corporal durante la maratón de días festivos y sus correspondientes celebraciones.

1. Tenga claros los días de celebración y los días de no celebración. Muchas veces asociamos el mes de diciembre entero a Navidad y por tanto, a turrones, mazapanes, bombones y panettones sin fin…aconsejamos elaborar un calendario con los días que tengan compromisos y los días que no para focalizarse y poner el máximo de esfuerzo en los días de no celebración (y esforzándose también en los días festivos).
2. Compre lo justo y necesario. Relacionado con el punto anterior, si compramos solo lo necesario, evitaremos las sobras que pasan factura incluso los días no festivos. Con esto también conseguiremos reducir el desperdicio de alimentos.
3. Manténgase activo. Un estilo de vida saludable incluye la práctica de actividad física diaria, los días festivos no deberían ser una excepción. A nivel informativo: el ejercicio físico es anorexigénico (reduce el hambre), así pues nos facilitará controlar la ingesta en los banquetes navideños.
4. Beba agua. Esta recomendación va tanto enfocada a la ingesta hídrica diaria (mantenerse hidratado siempre), como a las bebidas durante las celebraciones. Uno de los problemas principales de las celebraciones es que van acompañadas de alcohol. Los aperitivos suelen ser salados y dan sed, beba agua para calmar la sed y evite calmarla con vino o cava. El exceso calórico combinado con alcohol, agrava las consecuencias negativas para la salud y el acúmulo de grasa, especialmente la visceral, en el hígado.
5. Incluya vegetales en las comidas navideñas. Los vegetales son alimentos poco calóricos, riscos en agua y pueden ser tan deliciosos como otro tipo de comidas. Es poco frecuente encontrarlos en las mesas navideñas. Incluya vegetales tanto en los aperitivos (ensaladas, brochetas de verduras, pimientos o tomates rellenos de gambas…) como en los platos principales (guarnición de chalotas, pimientos o judía verde para el pavo; estofado de pollo con verduras y poco aceite…)
6. Cocine carnes magras o pescados. Prefiera el pavo, el pollo, el conejo, el lomo de cerdo sin grasa, los pies de cerdo o los pescados, al cochinillo, el cordero o el pato. Estos últimos no sólo son muy grasos, sino que la mayoría de sus grasas están relacionadas con la arteriosclerosis.
7. De postre, mejor fruta aunque evítela si toma dulces navideños. La fruta es también rica en agua, fibra, vitaminas y minerales y su consumo ayuda a desplazar el de los dulces navideños. Consejo: ponga la fruta bonita, siempre atrae más (brochetas de verduras, carpaccio de piña con chocolate >85% derretido…). Por cierto, la piña contiene bromelaína, una enzima digestiva que puede ayudar a facilitarnos la digestión después de las celebraciones familiares. Aunque si va a tomar turrones y dulces, evite la fruta porque entonces hará doble postre.
8. El peligro de las sobremesas largas y recoja la mesa. Las sobremesas conllevan el riesgo de que las sobras (si no hemos comprado lo justo) se vayan comiendo sin hambre, sólo por entretenimiento y eso, es un error. Recoja la mesa para evitar seguir comiendo.
9. Haga caso a su cuerpo. Coma despacio, la sensación de saciedad puede tardar hasta 20 minutos en aparecer, pero cuando aparezca, debemos hacerle caso (¡sino estos mecanismos no estarían en nuestro cuerpo!). De la misma forma, no es necesario que compense los excesos, escuche al cuerpo, él le dirá si necesita o no cenar después de una comilona. Pero si no es así, y necesita cenar, recuerde su pauta nutricional y vuelva a la normalidad.
10. Por último, y lo más importante, disfrute de la compañía. Asociamos Navidad a “comilonas”, tenemos que cambiar el pensamiento y relacionar la Navidad con encuentros entre familiares y/o amigos y disfrutar de ellos. La Navidad tampoco está reñida con organizar actividades y paseos con los suyos, pruébelo.

Los endocrinólogos y dietistas-nutricionistas de ENDOCS les deseamos a todos unas felices y saludables fiestas.