La patología principal de la hipófisis es la TUMORAL. Los tumores de hipófisis suelen causar dos tipos de síntomas:
Al estar situada en un marco óseo estrecho, rodeada de estructuras vasculares y nerviosas y muy cerca de la vía visual, los síntomas por compresión son: alteraciones visuales, cefalea, alteraciones de la pupila o el párpado
Los tumores de hipófisis a menudo fabrican hormonas
Los más frecuentes son los prolactinoma, fabrican prolactina, que es la hormona encargada de iniciar y mantener la lactancia. Los síntomas que causa son: alteraciones menstruales y galactorrea (o producción de leche). En los hombres los tumores suelen ser más grandes y provocan alteraciones de la libido y disfunción eréctil.
Los tumores que fabrican GH (hormona del crecimiento) causan acromegalia en los adultos o gigantismoen los niños. En la edad pediátrica se caracteriza por un crecimiento longitudinal exagerado; en los adultos, cuando ya se han cerrado los cartílagos de crecimiento, causa un crecimiento de las partes acres, las partes blandas y los marcos óseos. Ocasiona deformidades faciales como: prognatismo: protrusión de la mandíbula con maloclusión, crecimiento de los arcos superciliares, voz ronca, artrosis, exceso de sudoración, cefalea, además de apneas del sueño y otros problemas como diabetes e hipertensión arterial.
Los tumores que fabrican ACTH, causan un exceso de cortisona. Se conoce también como ENFERMEDAD DE CUSHING. Se caracteriza por redistribución de la grasa corporal con acumulación central: fascio-troncular, (piernas y brazos delgados, abdomen y tronco lleno de grasa con giba de búfalo que es grasa por debajo de la nuca), también debido estrías de color vinoso, alteraciones menstruales, diabetes, hipertensión y otros trastornos.
Más avances en el tratamiento médico de uno de los tumores hipofisarios más temidos: la acromegalia
La reunión se ha centrado sobretodo en el estudio molecular de tumores hipofisarios de ámbito nacional en el que participamos: el estudio REMAH
La disfunción de los sistemas hormonales requiere que nosotros, los endocrinólogos, tengamos la suficiente pericia y entrega para encontrar el mejor tratamiento de reposición hormonal. Y el mejor es aquel que de forma más fidedigna reproduce los niveles de hormonas del estado de no enfermedad.