Existen plantas o extractos de éstas que podrían ser usados como complemento al tratamiento habitual de la diabetes tipo 2

Recordemos qué es la diabetes tipo 2 

La diabetes tipo 2 es el tipo de diabetes más prevalente, supone un 90-95% de los casos mundiales de esta patología. Tiene una base genética, pero es fuertemente modulada por los factores ambientales: mala alimentación, sedentarismo, mal descanso, entre otros. Estos factores anteriores están muy relacionados con el aumento de peso, de grasa corporal y especialmente de grasa visceral (grasa localizada en el tronco superior y que rodea los órganos, afectándoles). Esto, a la vez lo que hace es junto con esta predisposición genética, provocar alteraciones en la acción y/o la producción de insulina.

¿Cómo se trata la diabetes tipo 2?

En la mayoría de los casos y en fases tempranas de la enfermedad, es suficiente con perder peso (si es necesario) y mejorar nuestro estilo de vida (alimentación y actividad física). De hecho, con estos, podemos llegar a conseguir una remisión de la enfermedad.

Sin embargo, con el paso del tiempo, o incluso desde fases tempranas, el páncreas puede funcionar menos y eso hace que esta base del tratamiento no sea suficiente. Entonces es cuando toca añadir fármacos hipoglucemiantes.

Dentro de los fármacos hipoglucemiantes actualmente usados ​​en el tratamiento de esta enfermedad hay: fármacos que mejoran la acción de la insulina, otros que favorecen la producción y secreción de esta hormona, otros que reducen la absorción de hidratos de carbono (metformina, tiazolidindionas, inhibidores alfa-glucosidasa, análogos de GLP-1, inhibidores de la enzima DPP4, inhibidores del SGLT2, sulfonilureas, glinidas), o la propia insulina, cuando estaríamos hablando de un tratamiento sustitutivo.

Sin embargo, estos fármacos no están exentos de efectos secundarios. Esto, junto con el interés creciente de la población hacia los suplementos nutricionales, y la triste visión de que los casos de diabetes actuales no paran de crecer y muchos de ellos están mal controlados; hace plantearse la eficacia que pueden tener los complementos alimenticios en el tratamiento de la diabetes tipo 2, y se hipotiza que podrían asociarse a menos efectos adversos, siendo un aspecto que hay que estudiar.

Suplementos hipoglucemiantes estudiados

Existen varias plantas o extractos de las mismas que han sido estudiados, con resultados bastante prometedores en el tratamiento de esta patología.

Como veremos, los efectos de estos, generalmente están mediados por los fitoquímicos. Son unos componentes biológicamente activos en el reino vegetal que tienen efectos beneficiosos para la salud, pero que no son nutrientes esenciales para el organismo. Concretamente, en los ejemplos que veremos, los fitoquímicos que ejercen estas funciones son los flavonoides, compuestos fenólicos y los alcaloides.

Curcumina

Proviene de la cúrcuma, una especie ampliamente usada gastronómicamente, pero también a nivel terapéutico. A la curcumina se le atribuyen, y están estudiando, propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antivirales y anticancerígenas.

Algunos estudios en humanos demuestran que la suplementación con curcumina puede reducir la HbA1c (resumen del control glucémico de los últimos 3 meses) y mejorar los niveles de lípidos en sangre. Este efecto, sugieren es debido a una estimulación de la oxidación de ácidos grasos libres, que habitualmente son excesivos en sangre en personas con diabetes tipo 2, y son los causantes de la resistencia a la insulina.

No obstante, aún se debe estudiar cuál sería la dosis y la forma de administración de ésta para asegurar su viabilidad, seguridad y mayor efecto.

Silimarina

Es un extracto de las semillas del cardo mariano.

La evidencia científica demuestra que la silimarina es capaz de mejorar el control glucémico en personas con diabetes tipo 2, así como los niveles de lípidos en sangre o parámetros de función hepática. Sin embargo, también ejerce efectos beneficiosos, protectores, en personas sin diabetes. Este último hecho lo que demuestra es que es capaz de reducir los niveles de glucosa, pero sin provocar hipoglucemias.

Se sugiere que el mecanismo por el que la silimarina ejerce estos beneficiosos efectos es un aumento en la producción y la actividad de la insulina producida por el páncreas, gracias al efecto antioxidante, y por tanto protector, sobre las células.

Pycnogenol

Extracto del córtex del pino marino francés. Similar a los anteriores, falta evidencia para aclarar cuál sería la mejor dosis para que ejerza sus efectos demostrados en algunos estudios. Aparte, se sugiere que sus efectos sobre la mejora del control glucémico en diabetes tipo 2 dependerán del control que tenga previo al tratamiento la persona afectada.

Sin embargo, a diferencia de los comentados hasta ahora, y debido a su mecanismo de acción, puede provocar algunos efectos secundarios como molestias digestivas. Pues, su función sería reducir la absorción de hidratos de carbono a nivel intestinal (inhibidor de la alfa glucosidasa).

Berberina

Es quizás uno de los suplementos sobre el que más hemos oído en diabetes, y no es para menos, ya que los resultados son muy favorables. Incluso hay un estudio donde se compara los efectos de la suplementación con esta versus la toma de metformina, demostrando una eficacia similar.

También como el anterior, puede provocar alguna molestia digestiva ya que se piensa que reduce la absorción de hidratos de carbono. Pero, parece que se conoce la dosis que produce los mínimos efectos secundarios. Otros mecanismos de acción que se le pueden asociar: mejorar la sensibilidad a la insulina (aumentando la expresión del receptor de ésta a las células), reducir los niveles de lípidos sanguíneos, y modificar la flora intestinal.

Aparte de los efectos descritos, también se ha relatado que puede ser capaz de reducir el aumento de peso (interesante para personas con sobrepeso u obesidad), mejorar el perfil lipídico y ejercer un efecto antiinflamatorio.

Berberol

Aunque no muy conocido en nuestro territorio, es un suplemento elaborado con la mezcla de un extracto que contiene silimarina, y otro que contiene berberina.

Si ya hemos visto de lo que son capaces estos por separado, podemos ya deducir que juntos tendrán un efecto beneficioso. De hecho, se sugiere que el efecto es mejor ya que la presencia de silimarina aumenta la disponibilidad y por tanto, la función, de la berberina.

Catequinas

Son sustancias con funciones antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas ya conocidas y que están presentes en el té verde y el té negro.

Los estudios existentes no parecen tan favorables como para las sustancias comentadas hasta ahora, pero también lo son. Aunque hay estudios en los que el control glucémico no mejora de forma significativa, otros demuestran que en personas que tienen exceso de peso sí lo hace. Esto puede ser debido a que parece que las catequinas contribuyen a la reducción de la grasa corporal, lo que hace que la síntesis de insulina mejore.

Resveratrol

Es un fitoquímico que habitualmente se extrae de la semilla y la piel de la uva. Y al igual que algunos de los anteriores, se le atribuyen desde hace tiempo funciones anticancerígenas, antiinflamatorias, antioxidantes y anti "aging".

Los resultados de los estudios en personas con diabetes son controvertidos, algunos positivos, otros neutros, y parece ser debido al diseño del estudio: tanto la dosis, como el número de personas en las que se ha probado este componente.

Sacando conclusiones ...

Parece que las sustancias para las que se tiene mayor evidencia científica sobre su seguridad y eficacia son la silimarina, la berberina y el berberol. Para los demás, hacen falta más estudios para sacar conclusiones ya que los existentes no cumplen con los criterios de calidad suficientes.

Sí es relevante comentar, que dado que los efectos hipoglucemiantes que ejercen son debidos a las propiedades antioxidantes de estos productos, son más efectivos cuanto más temprano se usen desde el diagnóstico de la diabetes.

Sin embargo, hay que decir, que estos productos no estarían pensados ​​para sustituir la terapia habitual de la diabetes, especialmente la actividad física y la alimentación saludable, sino como complemento cuando éstos no sean suficientes.

Antes de tomar cualquier decisión de tratamiento, consulta con tu dietista-nutricionista y tu endocrinólogo.