23 agost 2021
Las personas que realizan entrenamientos frecuentes o de alta intensidad, es posible, que en un momento determinado, puedan lesionarse y esto afectar a su carrera profesional o al rendimiento deportivo.
¿ES HABITUAL TENER LESIONES EN PERSONAS DEPORTISTAS?
Las lesiones y los esguinces musculares son comunes en atletas. La incidencia de lesiones musculares relacionadas con el deporte es del 10-55% (dependiendo del deporte en concreto que se realice). Las lesiones más habituales son esguinces, tirones, laceraciones o lesiones en los dedos.
¿POR QUÉ SON PROVOCADAS?
Es bien sabido que las lesiones musculares pueden provocarse por muchos motivos: intensidad deportiva, estrés, descanso inadecuado, factores genéticos, lesiones anteriores…
RECOMENDACIONES GENERALES
¿CÓMO AFECTA LA ALIMENTACIÓN?
La alimentación por sí sola, no puede evitar que se produzcan lesiones pero sí puede ayudar a prevenirlas o a mejorar la recuperación.
UNA mala alimentación puede ralentizar la curación de una lesión o que los músculos no fortalezcan de manera adecuada.
Para poder prevenir posibles lesiones musculares es fundamental mantener el tejido conjuntivo lo menos ácido posible, por lo tanto, se recomienda seguir una dieta BASIFICANTE.
Esto nos evitará tener pequeñas micro roturas que a la larga puede producir alguna rotura más grave.
RECOMENDACIONES NUTRICIONALES para evitar LESIONES MUSCULARES
Los alimentos ricos en vitamina C son: Naranjas, kiwi, frambuesas, papayas, y hortalizas como el berro, los pimientos, el perejil y las coles.
Si eres deportista y sueles tener lesiones o quiere evitar tenerlas, un plan dietético adaptado a ello, puede ayudarte en gran medida.
Contacta con nosotros para poder hacer un plan alimentario adaptado a tus necesidades y así poder prevenir/evitar LESIONES MUSCULARES durante la práctica deportiva.
Autor:
Dietista-Nutricionista Educadora en Diabetes Coach nutricional Especialista en Nutrición Deportiva Especialista en intolerancias y alérgias alimentarias Coordinación unidad de obesidad
La intolerancia o malabsorción a la fructosa se produce por un déficit de la mucosa intestinal de la proteína transportadora GLUT5 que permite la absorción de la fructosa en el intestino delgado.
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